Anomalías orgánicas
Buenas tardes a todos, hoy retomo la entrada de la semana anterior, para finalizar el bloque dedicado a las alteraciones más frecuentes de la espalda. Algunas también son hasta complicadas de escribir y de pronunciar, como comprobaréis si seguís leyendo. He procurado resumir su definición y sintomatología habitual.
1.
Espondilolisis y
Espondilolistesis
Son dos de las patologías que afectan con frecuencia a la parte baja de la espalda, más común a nivel de la quinta vértebra lumbar y menos a nivel de la cuarta. La primera consiste en la rotura o reblandecimiento óseo de la lámina a nivel de la vértebra, por lo que la articulación facetaria, rodeada por una cápsula articular y reforzada por ligamentos y músculos, se separa del resto. Tiene dos causas posibles:
congénita, cuando el proceso de maduración ósea de la lámina no se completa, y otra
traumática debida a microfracturas repetidas. Normalmente, no presenta síntomas o, en cambio, las menos, puede provocar dolor e inestabilidad lumbar.
La segunda consiste en el desplazamiento de una vértebra sobra otra. Si se desliza hacia delante recibe el nombre de
anterolistesis, si es hacia atrás
retrolistesis. Se clasifica en cuatro grados en función del desplazamiento, las de grado I y II no producen molestias por lo general. Las de grado III y IV sí pueden llegar a provocar compresión nerviosa, con la consiguiente pérdida de fuerza y dolor irradiado a miembros inferiores. La incidencia de la espondilolistesis varía según la práctica deportiva, es bastante habitual en personas que practican la halterofilia o lucha, gimnasia, paracaidismo, tenis, fútbol americano entre otros. En la edad adulta, la causa más común es el desgaste del cartílago y los huesos.
2.
Artrosis vertebral y
Artrosis facetaria
La primera es la degeneración del núcleo pulposo del disco intervertebral, que pierde grosor y densidad. La segunda consiste en el progresivo deterioro del cartílago que separa la articulación que forman las láminas de dos vértebras superpuestas. Estas alteraciones se hacen más evidentes a partir de los 30 años.
3.
Estenosis espinal
El estrechamiento del canal medular en un segmento concreto ocasiona una disminución del espacio disponible para la médula y la raíz espinal. Esto puede originar dolor o calambres, entumecimiento y debilidad de parte de una pierna o brazo. Es frecuente en mujeres y hombres mayores de 50 años. La Sociedad Española de Rehabilitación y Medicina Física -
SERMEF- en su página web tiene un
Programa de ejercicios para esta patología.
4.
Fisura,
protrusión y
hernia discal
La fisura discal se produce cuando existe una pequeña lesión o desgarro de la envuelta fibrosa del disco, siendo la más típica la radial. Cuando aparte del desgarro existe una deformación de la envuelta fibrosa por el impacto del material del núcleo hablamos de protrusión discal. Cause o no dolor lumbar, es importante reforzar la musculatura de la espalda realizando sesiones de estiramiento y relajación, siempre que el médico dé su autorización. Por último, la hernia discal, la más grave, se produce con la rotura de la envuelta fibrosa, por lo que parte del contenido del núcleo sale de su sitio y se coloca en el canal medular. El tratamiento suele ser conservador y se prescribe sesiones de fisioterapia cuando es asintomática (la mayoría). En casos más complicados, la intervención quirúrgica es inevitable cuando es preciso eliminar la presión que pudiera existir en la raíz nerviosa.
5.
Fibrosis post-quirúrgica
Cicatrización del tejido tras a una operación. En estos casos, la cicatrización es excesiva formándose más tejido fibroso del necesario. En el caso de las operaciones por hernias discales, es otro problema a enfrentar. Los principales factores de riesgo dependen de la propia cicatriz y del individuo. En lugar de intervenir nuevamente existen otras alternativas, la implantación
de electrodos de estimulación o bombas de morfina.
Volveré a escribir dentro de unos días y no lo olvides:
Protege tu espalda de malas posturas